Angelina – No Yo

Angelina: En el camerino de un teatro, una actriz se prepara para el ensayo. Se pone su traje de escenario: un bonito top pequeño, una minifalda, tacones. Se mira en el espejo: "¿Pero ¿quién inventó estos códigos?
¿Eres actriz o no eres actriz? ¿Quién te ha pedido tu opinión aquí? Haz tu trabajo. Te pagan por ello, ¿Estas bloqueada?
¡Váyanse a la mierda! No importa cuál sea el papel, al final, todo se reducirá a lo mismo. Tacones, minifalda y listo, ya está decidido... Lo tienes, tu personaje, no hace falta que lo
hagas, ¡solo ponte la minifalda!
Quiere trabajar en la personificación del amor... Menuda idea.
Pero de la seducción, ¿no hay otras representaciones?
Ya vera la propuesta que le voy a hacer …

Angelina es un montaje que se interroga sobre la relación entre el personaje y la actriz
Un personaje inspirado en una prostituta. La actriz no para de preguntarse sobre la forma y el
contenido que debe de darle al personaje de una trabajadora sexual.
Y ella se da cuenta de que, incluso a fuerza de buscar, no sabe nada de lo que significa la
palabra Puta, fuera de que es en última instancia, sólo una imagen, una superficie de
proyección, el receptáculo desde el punto de vista de todos y cada uno de ellos.
Entonces, ¿cómo se crea un personaje basado en algo que no existe? ¿Qué es sólo la
representación del personaje? Al final, la puta no es necesariamente quien creemos que es.

No Yo: Es una obra corta de Samuel Beckett que explora todas las posibilidades del habla en el escenario. El personaje de No Yo habla, habla, habla hasta que se transforma en una boca que abarca completamente el escenario.
En No Yo, la envoltura corporal está unida a un órgano significativo y simbólico, como la boca. Una boca que se volverá inquietante, que será el único órgano del acto teatral. Como en otras obras Beckett nos ofrece, con el personaje de la Boca, la caída del ser humano en el absurdo, en un sin sentido, un agotamiento y desmoronamiento del lenguaje, como también del cuerpo.
El personaje de No Yo se tambalea, vacila, sueña despierto, su lengua se afloja, tiembla, produce ruidos guturales, vociferaciones, silencios, jadeos... De repente una canción, como un ritornelo sonoro aparece y desaparece... una tos, comentarios, risas... en definitiva, una especie de diálogo entre ella y su propia palabra, su propia voz. Su comportamiento y estado de ánimo varían de manera significativa o brutal, seguramente buscando desafiar la integridad mental de un ser humano.